Divertidas anécdotas de Tómbola

Blog, Tómbola

Divertidas historias humanas ocurridas en Tómbola.

Son muchas las anécdotas que han ocurrido en Tómbola en estos 71 años. Increíble la cantidad de personas que se han conocido en ese espacio y han terminado en matrimonio, la de premios deseados durante mucho tiempo y al final conseguidos. Muchos ciudadanos nos van contando sus ilusiones y recuerdos.

Los iremos contando poco a poco.

Hoy nos centramos en dos historias antiguas ocurridas hace muchos años.

Tómbola imágnes años 80

Un piso por una peseta

Nuestra protagonista de esta historia tenía entonces 16 años. Era modista y un buen día durante los Sanfermines, camino del circo, hizo un alto en la Tómbola. Se gastó una peseta y compró 1 boleto. Al abrir el sobre comprobó con bastante desilusión que era un boleto para un sorteo… Siguió su camino hasta el circo, pero se hizo la promesa a si misma de estar presente el último día de la Tómbola, porque tenía una corazonada.
Así fue , Don Luis Ortega, en aquel entonces presidente de Tómbola extrajo el número premiado con el piso. En este caso, situado en la Avenida Zaragoza y con 137 m de superficie. El número sonó en sus oídos como música de violines. El 4.411. El piso fue para ella. Al dái siguiente la prensa tituló: Un piso por una peseta gracias a Tómbola.

El alcohol, los sanfermines y los sofás de Tómbola

También ocurrió en San Fermín. En este caso, el protagonista  había bebido más de la cuenta. De repente, se despertó al lado de un oso de peluche que le miraba sin pestañear, tumbado en un cómodo sofá y rodeado de sofás por todas partes. Pero ¿Dónde estaba? En un sofá sí, pero situado en el segundo piso de la Tómbola y a tres metros del suelo mientras los transeúntes de aquella soleada mañana le cantaban “las mañanitas” y repetían a sorna y con coro. “despierta, mi bien, despierta, mira que ya amaneció”…
Está claro que el alcohol anula la memoria y nuestro protagonista no recordaba cómo había subido hasta allí. Bajar fue otra aventura. Pero una vez superada, le sirvió para terminar los sanfermines bebiendo agua y a Tómbola para eliminar los sofás de entre sus premios… Por si acaso.

¡Seguiremos contando recuerdos! Y si tienes un recuerdo de Tómbola, escríbenos un email, llámanos o cuéntanoslo en el propio espacio de Tómbola.  ¡Cuéntanos tu historia!

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